Hace un par de años hice mi primera entrevista a Mateo Llambés. En aquella época, Mateo era un niño encantador, enamorado del baile y que estaba a punto de empezar una aventura increíble en Estados Unidos: le habían aceptado en la Millennium Dance Complex, la prestigiosa escuela de Danza Urbana, en California.
Dos años después, y una vez ya de vuelta en España, Mateo ya no es un niño. Se ha convertido en un reconocido bailarín, joven pero ya con reputación, prestigio y una gran proyección profesional.
Mateo Llambés nos cuenta en esta entrevista cómo ha sido su experiencia en la famosísima escuela norteamericana y nos desvela cuáles son sus sueños y proyectos más cercanos.
-¿Cómo ha sido tu experiencia durante estos dos años en la conocida Millennium Dance Complex?
Ha sido inolvidable. Es una escuela que te empuja a mejorar, a sacar el máximo de ti y sobre todo, a nunca rendirte. Al ser la academia más famosa del mundo, todos los días aparece gente de todo el planeta a tomar clase, gente de China, de México, de Francia… y esto hace que el ambiente de la academia tenga una diversidad cultural que luego se aprecia en las clases, porque al tener diferentes disciplinas de baile de cada parte del mundo, la gente baila y toma las clases de diferente manera. Hay gente que es más social, como los latinos, y otra gente que se dedica a estar focalizada toda la clase al máximo, y eso se suele ver reflejado en los bailarines asiáticos. He aprendido un montón de estilos, he mejorado muchísimo como bailarín y además, he podido hacer amigos de muchas partes del mundo.
-¿Qué has aprendido allí?
Los principales valores que he aprendido en Los Ángeles han sido la disciplina y la constancia. Al estar solo tanto tiempo, sin nadie que te diga lo que tienes que hacer, aprendes que si tu no empujas por ti mismo, es imposible convertirse en un bailarín independiente.
-¿Qué destacarías como lo más positivo de tu experiencia en los EE.UU?
Lo más positivo de vivir en Los Ángeles ha sido la oportunidad de experimentar una nueva cultura, tanto en el colegio como en el mundo del baile. Es increíble cómo estando en el mismo mundo, la gente puede ser tan diferente. Los niños allí con 16 años ya pueden conducir, y normalmente a los 17 empiezan a trabajar, y si quieren estudiar en la universidad se tienen que ir de casa a otro estado y vivir dentro de la universidad o alquilarse un piso con más estudiantes. Y en el mundo del baile, la dedicación que tienen cada uno de los bailarines profesionales a mi me llenaba el alma. Ver a un niño de 12 años con las cosas tan claras y entrenando todos los días 5 horas al día me hacía mejorar el doble, porque sentía que yo tenía que hacer lo mismo.
– ¿Cómo era un día tuyo “normal” en Los Ángeles?
Cada día antes de irme a dormir me escribía en las notas del móvil qué iba a hacer al día siguiente. Sé que parece un poco exagerado pero era la mejor manera de aprovechar mi tiempo al máximo. Un día normal consistía en levantarme a las 6:30 h., desayunar y coger el bus para irme al colegio. A las 8:00 h. empezaba las clases, y a las 15:00 h. acababa. Volvía a coger el bus y llegaba a casa a las 16:00 h. De 16:00 a 17:00 h. merendaba un plato de pasta para coger fuerzas para el resto del día, de 17:00 a 17:30 h. acababa los deberes, de 17:30 a 18:00 h. entrenaba la técnica de baile, ya fuese freestyle o creando mis propias coreografías, de 18:00 h a 21:00 h. iba a clase de baile, de 21:00 a 21:40 h. me duchaba y estiraba, para no acartonarme después de haber entrenado porque la flexibilidad es esencial en un bailarín. A las 22:00 h. cenaba y a las 23:00 h. me iba a la cama.
-¿Aconsejarías a otros chicos a que se formaran como tú lo has hecho, en tu escuela u otra similar?
Es una experiencia inolvidable, cualquier persona que tenga la oportunidad no se lo debería pensar dos veces. Pero también tienen que saber que no es todo de color rosa. Al estar solo y tener que entrenar alrededor de gente que es mucho mejor que tú, nunca es fácil, y siempre tienes momentos de bajón. Pero es importante que recuerdes por qué te has movido a Los Ángeles, y es para, justamente, sentir ese bajón, y utilizarlo para hacerte crecer como bailarín y como persona madura. Yo diría que el 30% de la mejora será física, y el 70% mental.
-¿Te ha resultado muy difícil compaginar los estudios con el baile?
En América, los institutos se centran más en que todos los estudiantes prueben todas las asignaturas, para que una vez lo hayas probado todo sepas qué quieres estudiar más específicamente. Por eso todas las clases son más generales y no entran tanto en temas específicos, son más fáciles y se pueden compaginar bastante bien con actividades deportivas fuera del colegio. En mi caso, yo pude compaginar las clases bastante bien, pero fue gracias a que me organicé muchísimo los días y siempre acababa todos o la mayoría de los deberes en el colegio.
-Para aquellos chicos que se planteen seguir tus pasos y quieran estudiar en Estados Unidos, ¿nos puedes decir cómo lo pueden hacer? ¿A quién deben escribir o dirigirse?
Estados Unidos es un país muy abierto y tiene un programa de intercambio cultural de estudiantes donde se busca contactar con estudiantes de todo el mundo que estén interesados en tener una experiencia de un año en un instituto americano. Para ellos es un plus cultural para sus estudiantes americanos el tener una chica o chico que vienen de fuera en el instituto compartiendo experiencias y forma de vida con ellos. El gobierno tiene un programa de becas anuales donde puedes aplicar para solicitar una plaza. Una vez te asignan un instituto (y una familia americana con la que vas a vivir) ya pueden darte un papel oficial llamado I-20 y con él ,solicitar un visado de estudiante para vivir en USA.
– ¿Al volver a España, has podido convalidar asignaturas para poder seguir tus estudios sin haber perdido ningún curso?
Sí, y parece muy complicado pero no lo es tanto. Respecto al proceso para poder estudiar allí, todo está en internet pero si lo ves demasiado engorroso o no tienes mucho tiempo, como era mi caso, puedes usar la ayuda de una empresa internacional que te vaya guiando. En mi caso fue ICES (@icesprogramausa) que tiene sede en Madrid y Yolanda y Ricardo me guiaron perfectamente en el arranque de mi primer año en Los Ángeles.
-¿Por qué has vuelto? ¿Por el COVID 19 o porque tu formación en Los Ángeles había finalizado?
Ahora mismo he tenido que volverme por el COVID-19, pero eso no quiere decir que no vaya a volver. Lo que sí he terminado es el instituto, con los dos últimos meses haciendo homeschool desde casa, como los estudiantes de aquí. Mi idea es volver todos los años un mes o mes y medio a entrenar, porque es un sitio en el que siento un empuje que no he sentido en ningún otro lugar.
-¿Qué planes tienes para el futuro?
Dentro de unos meses empezaré a dar clases como profesor fijo en una de las academias más populares de España llamada Dance Center Valencia. Estaré dando clases y ganando un sueldo fijo al mes. Además, también daré clases por España en otras escuelas y probablemente también vaya a México a dar algunas clases. Mi conexión con Estados Unidos no la voy a perder nunca porque tengo amigos y familia, así que va a ser mi segundo hogar.
-¿Qué te gustaría hacer en el mundo del baile? ¿A dónde te gustaría llegar?
Mi objetivo siempre ha sido el mismo, crear una comunidad sin egos ni envidias en la que todos podamos entrenar con todos sin dar importancia a nuestro estatus, ya seamos alumnos o profesores. A mí personalmente me gustaría dar clases internacionalmente, pero ahora mismo prefiero centrarme en mi Comunidad, que la tengo más a mano.
Así ha crecido como bailarín y como persona este joven que rebosa talento, buena energía y que que ha vuelto de Estados Unidos con la maleta cargada de experiencia y sueños. Abran paso a la nueva promesa de la danza urbana: Mateo Llambés.
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Instagram: @mateollambes
TikTok: mateollambes