No es ningún secreto que me gusta cuidarme. Y siempre hago hincapié en la importancia de seguir una correcta rutina de belleza, tanto diurna como nocturna. Pero a veces, y sobre todo llegada una edad, los resultados que obtienes con la cosmética, aunque sea la adecuada a tu tipo de piel, no son los deseados. Es por esta razón por la que, desde hace varios años, acudo a la medicina estética para así, sentirme mejor conmigo misma.
Esto que os comento tampoco es un secreto. Continuamente os hablo de los tratamientos que me practican y por supuesto, de los resultados que obtengo con ellos.
Pero si bien la medicina estética es una poderosa herramienta para frenar y plantar cara al envejecimiento, es muy importante ponerse en manos de buenos profesionales, éticos y con experiencia.
La semana pasada conocí a Jemima Férnandez. Ví las fotos de su cuenta de Instagram (@llemifill) y quedé maravillada con el resultado que se mostraba en todos y cada uno de sus pacientes.
Jemima Fernández es de profesión enfermera y cuenta con, además de un master en medicina estética, un sinfín de cursos sobre esta especialidad médica. Siempre fue una apasionada de la belleza y practicando este tipo de medicina encontró en su pasión, su profesión.
Desde el primer momento pude comprobar que Jemima no sólo es una gran profesional que te explica todo el proceso con un sinfín de detalles, sino también una bellísima persona, cercana y cariñosa. Escucha pacientemente lo que quieres y, sólo después de hacerlo, te da su opinión con un criterio muy acertado.
En mi caso, Jemima me realizó estos dos tratamientos: relleno de ojeras y aumento de pómulos, ambos con ácido hialurónico. El resultado fue simplemente fascinante: supo exactamente qué cantidad de volumen me convenía para mi estructura facial y con ello consiguió un efecto muy natural. Según me explicó, la duración del efectos de estos dos productos (me inyectó dos tipos distintos de ácido en cada zona a tratar) es de aproximadamente un año independientemente de que, transcurrido dicho periodo de tiempo, siempre queda lo que se conoce como un «volumen residual», lo que conlleva que la zona a tratar siempre va a quedar mejor de lo que estaba en un nivel inicial.
El trato que ofrece Jemima Fernández es totalmente personalizado. Para que os hagáis una idea, todos sus pacientes tienen su número personal. De esta forma, puede resolver cualquier duda sobre cuidados o miedos que puedan surgir los días venideros. También hace un seguimiento telefónico los días posteriores a cada tratamiento (independientemente de que, antes de finalizar su consulta, ofrece las indicaciones pertinentes por escrito).
A continuación os dejo algunos de sus casos, aunque podéis ver muchos más en su cuenta de Instagram (@llemifill). Tened en cuenta que, para aquellos que viváis en Madrid y alrededores, Jemima ofrece la posibilidad de acudir a vuestros hogares para poder trataros. En breve abrirá su propia clínica y en cuanto lo haga, os lo comunicaré tanto por medio del blog como por mis redes sociales.
Teléfono de Jemima Fernández: 669660764
Cuenta de Instagram: @llemifill